La era del nuevo talante

Zapatero está demostrando que lo del "nuevo talante" no sirve sólo para recibir burlas e imitaciones de algunos sectores de los medios de comunicación. Un buen ejemplo de esto es la visita del Rey a Marruecos, acompañado por ministros y una representación parlamentaria. Este hecho es significativo porque además de mejorar las relaciones con Marruecos, se le está devolviendo al Rey su función como representante del pueblo español en el extranjero. Durante los ocho años de mandato popular, el Gobierno actuó muchas veces al margen de Don Juan Carlos y eso no benefició a nadie. Es curioso, pero en España se percibe un cierto republicanismo de derechas y sectores monárquicos en la izquierda, o por lo menos "republicanos juancarlistas" como el propio Santiago Carrillo.

El papel librado por el Rey en todos estos años de democracia, hace que sea una figura indiscutible también desde la izquierda. Pero en los últimos años, Don Juan Carlos no había podido tener esa iniciativa y quizá fue uno de los motivos del empeoramiento de las relaciones con otros países.

Tras la llegada de Zapatero al Gobierno se han mejorado las relaciones con "la vieja Europa", con quien siempre habíamos tenido una relación muy estrecha. También con los países de America Latina, como Venezuela, Cuba o Brasil con quienes nos unen unos lazos de hermandad.

Ya en los asuntos nacionales, las relaciones internas han mejorado con Cataluña (algunos dirán que demasiado) y también con Euskadi, pese al Plan Ibarretxe. Batasuna y ETA, además de estar acorraladas por la justicia y por la policía, se están quedando arrinconadas políticamente, lo que les ha llevado a hacer declaraciones de intenciones muy por debajo de lo que nos es tristemente habitual. Un espíritu más abierto deja sin argumentos a los más reaccionarios. Por todo ello y pese a algunas meteduras de pata del ministro Moratinos, parece que se divisa un horizonte de esperanza en nuestro país.